De repente, las gallinas empezaron a
pelearse, tratando de comer los trozos de tortilla en el suelo. Se sacaron los ojos y salpicaron los pañales de
Esperanza con sangre. Esta obviamente
representa la rabia de Tita que estaba trasladado a la comida.
Cuando regresó a la cocina, descubrió que
sus frijoles no estaban cocinando. Recordó
algo que Nacha había dicho cuando estaba viva: tenía que modificar su estado de
ánimo y cantar a los frijoles. Pensó de
Pedro y se calmó; los frijoles empezaron a cocinar otra vez.
Luego, cuando esaba comiendo con John y
Mary (quien era sorda y pudo leer labios en español pero no en inglés), dijo a
John (en inglés) que no sabía quién realmente quiso. John se quedó muy calmado y le dijo que tenía
que decidir con quién quisiera casarse, pero le estaría esperando cuando tenía
su decisión.
Ya sé que quiero que Tita se casare con un
hombre, pero no estoy segura quién. Le
gusta cuidar a Esperanza y Pedro es su "destino", pero John es una
pareja mejor para ella. Tendré que
esperar y descubrir y el capítulo final.
¡Un capítulo más!
Dana,
ReplyDelete- Esperabas el cambio en la personalidad de Pedro? De repente él se había cambiado bastante.
- Tienes toda la razón, cuando Tita alimentó las gallinas, es evidente que tuvo un efecto violento en ellas. Qué pasaría si Tita tuviera más mascotas (estoy pensando en la película Jumanji)?
- Parece realista la reacción de John Brown cuando descubre que va a perder a Tita como esposa?
No sé si esperaba el cambio de Pedro, pero supongo que si mi “novia” se pondría los cuernos yo me pondría muy enojada, también. Pero es muy mocoso. No sé si pudiera tener un novio quien es tan malcriado.
ReplyDeleteSi Tita tuviera más mascotas, tendría que tener cuidado. Si está enojada cuando les alimenta, pueden ser como Jumangi o Cujo.
Finalmente, la reacción exterior de John Brown es realista, pero su reacción interior debe ser mucho más peor. Si no sentía emociones sobre la pérdida de su novia, no estaba la pareja perfecta para ella. Su pareja perfecta tiene que tener muchos “huracanes de emociones”, como Pedro.